(Del libro “El Teatro Joven de 13 a
16 años” de Alfredo Mantovani)
Crear es
luchar con los espacios vacíos del lienzo, la página en blanco o lo que le falta al escenario desnudo. Vivir
es hacer lo mismo.
Para vivir
una vida creativa se debe ser tan flexible y fluido como el agua.
Si solo
coleccionas ideas de otros, puedes perder las propias.
La persona
creativa cuando confía en su proceso, puede crear su propio camino verdadero
sin necesidad de ser como los demás.
Cuando la
gente olvida que es creativa, pierde de vista sus posibilidades.
La persona
creativa acepta las cosas como son y las deja ser ellas mismas.
Cuando
nosotros creamos, el éxito o el fracaso no existe, simplemente hay creación.
El crear es
tu propia recompensa. Disfruta con tu progreso.
La persona
creativa llega a ser totalidad por seguir los cambios y darles la bienvenida a
la vida.
Si creas
más, hay más creatividad disponible.
Crea lo
necesario, después detente.
Cuando se
practica la creatividad existe satisfacción en el mundo.
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